Susana de Juana
La conciliación laboral
está de moda últimamente. Resulta que conciliar consiste no en compatibilizar,
sino en hacerlo todo a la vez: trabajar, criar, sacar tiempo para tu pareja que
se siente desplazado… o contratar a una canguro mientras pones tu vida personal por delante de la
profesional. En realidad, conciliar es levantarse a las 7 de la mañana, poner
la lavadora mientras sale el café, quitar el lavavajillas con la tostada en la
mano, preparar almuerzos, levantar al resto de seres vivos de la casa, dar
desayunos y carteras, hacer la ruta de colegios-trabajo, volver a casa, hacer
la ruta de actividades extraescolares, llegar a casa, asombrarte de que tu
cerebro aún sea capaz de dar respuesta a los deberes, baños, cena, y un ratito
de plancha mientras ves la tele antes de
caer en la cama para dormir seis horas y media y volver a empezar.
Si haces todo eso, o casi
todo, enhorabuena, eres un padre conciliador. Un superpapá. Y te mereces tu
día.
Se habla mucho de las
supermamás, de las ayudas para que las madres concilien trabajo y crianza, pero
muy poco de los superpapás. El estereotipo social es que el padre de éxito es
el que “provee” a la familia, mientras que los papás que eligen quedarse más
tiempo en casa, algo casi asumido en el caso de la mujer, aún no son vistos
como héroes. Desde aquí queremos brindar por esos superpapis que cambian
pañales, derrotan a los monstruos de debajo de la cama, se pasan una tarde en
los columpios, se saben los diálogos de las tortugas ninja, en el trabajo
tararean la canción de Frozen y en el coche llevan un paquete extra de
toallitas “por si acaso”.
Felicidades, Superpapá.
P.D. Si queréis ver el vídeo preparado por la Comisión de Igualdad del SEP, pinchad en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=OpVZKbDfS0Q&feature=youtu.be
P.D. Si queréis ver el vídeo preparado por la Comisión de Igualdad del SEP, pinchad en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=OpVZKbDfS0Q&feature=youtu.be